Ley de la oferta y la demanda. El negocio de las ligas menores

Isótopos, último campeón de División de Honor en Liga Delicias


El mercado del fútbol sala ha evolucionado enormemente en los últimos años. Podríamos decir que se ha vivido una auténtica revolución.
En estos momentos en Zaragoza (nuestro ejemplo y objeto de estudio) coexisten cuatro federaciones diferentes:
- FAF: Federación aragonesa de fútbol (de la cual depende el fútbol sala y la liga nacional de fútbol sala)
- FAFS: Federación aragonesa de fútbol sala (dependiente de la confederación nacional de fútbol sala)
- Laboral: Liga asociada con otras comunidades que plantea campeonatos de España.
- Liga Delicias: Liga local que ha sido pionera en establecer premios monetarios entre sus equipos.
- Sala Deporte: Liga escindida de Liga Delicias en la que actualmente juegan algunos equipos. No tiene mucha importancia.

Antaño, FAF y FAFS competían por los platos fuertes, quedando las migajas entre semana para la Liga Laboral. Actualmente, la FAFS está en vías de desaparecer dado que año tras año emigran los equipos a la FAF (los más serios) y a la Liga Delicias (los grupos de amigos).

El caso es que vamos a centrarnos en la Liga Delicias y en cómo ha alcanzado la increible cuota de 366 equipos entre todas sus categorías. Si multiplicamos estas cifras por un número medio de 10 jugadores por equipo (normalmente hay más) nos encontramos con que esta liga de 16 años de edad que nació como una liga de barrio tiene nada más y nada menos que 3.660 jugadores afiliados aproximadamente. Esta cifra es una barbaridad si la comparamos con el resto. Las demás federaciones rechinan de rabia, pero no hacen nada para evitarlo. ¿Cuáles son las claves de su éxito?

Para empezar es barata. La mayoría de equipos pagan una cuota de 320 euros de pabellones para TODO el año, teniendo que pagar además las fichas (15 euros por ficha con seguro médico) y los arbitrajes (aproximadamente 22 euros por partido en el que se juega de local).
Además, la liga gestiona el uso de pabellones y se encargan de conseguirlos, cosa que facilita enormemente la gestión, ya que no es necesario el buscarlos por cuenta propia.
En suma, podríamos decir que la temporada (entre 25 y 30 partidos anuales) sale por una media de 1200 euros.
Para un equipo de "domingueros" que es la mayoría, es un CHOLLO. El objetivo es juntarse, hacer un poco de deporte y beber cerveza y tomar el vermut después del partido. Y lo hacen de forma barata y rápida.

Otra de las ventajas competitivas de esta liga es que paga a los equipos por victoria en sus categorías más altas. En División de Honor, su categoría más alta, los equipos cobran 240 euros por victoria, por lo que al más desafortunado le sale la temporada gratis. Además, esta división mantiene jugadores de Nacional B, Nacional A y División de Plata, por lo que el nivel es altísimo.

Los entrenadores de los equipos "serios" de la FAF cargan contra la Liga Delicias, el deporte del fútbol sala en general etc., ya que se dedican a entrenar jugadores y a pagar presupuestos de unos 12.000 euros (el más barato en Nacional B), para que algunos de sus pupilos jueguen en esta liga con peligro a lesionarse.

El caso es que es muy fácil quejarse sin hacer nada. Derepente las grandes federaciones se han visto "atacadas" por otras menores que les roban cuota de mercado y su respuesta ha sido nula. No sólo no han hecho nada sino que en muchas ocasiones han subido precios, condenando a los equipos más humildes a perecer por falta de liquidez.
Mientras, La Liga Delicias y derivadas en otras Comunidades, están robando cuota de mercado y la todopoderosa FEF lo mira sin hacer nada y llora amargamente por la bajada del nivel de fútbol sala en los últimos años, cuando se han dedicado más a elitizarla que a otra cosa.
Ahora empiezan a recoger los frutos, y siguen sin hacer nada.